Sin duda 2020 fue un año lleno de retos que dejó en evidencia las desigualdades que enfrentamos las mujeres y juventudes en toda nuestra diversidad. Sin embargo, también vino a mostrarnos nuestra capacidad de adaptación y la urgencia de seguir impulsando nuevos liderazgos individuales y colectivos para transitar hacia realidades más justas.
Estamos muy agradecidas con nuestras copartes por ayudarnos a construir nuevas estrategias que nos permitieron seguir a pesar de todo, con las organizaciones aliadas, y con nuestra Asamblea y el equipo, por todas las muestras de empatía, solidaridad, cuidado colectivo y cariño que vivimos en estos tiempos. Hoy más que nunca se pone de manifiesto la importancia de alcanzar esas grandes transformaciones por las que luchamos, de construir un presente y futuro feminista. Juntas somos poderosas.
Nos enorgullece poder compartir con ustedes nuestro trabajo y algunos logros en este caminar.